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Patrimonio Natural: retos para su conservación




Barcelona, España.

                                    © Foto : Maricamen Tapia-
                              Volcán Lanin. Parque Nacional Villarica
Actualmente más de la mitad de la población mundial es urbana y se prevé que a mediados de este siglo aumente a dos tercios. Mientras, el flujo turístico hacia parques y reservas naturales experimenta en los últimos años importantes niveles de crecimiento. Ambos fenómenos representan dos de las principales presiones que amenazan la preservación del patrimonio natural. Enfrentarlos y conservar al mismo tiempo las riquezas de nuestro planeta, constituye uno de los grandes desafíos de la sociedad moderna.

La Protección de espacios naturales

La conciencia de crear espacios naturales protegidos proviene de corrientes estéticas, filosóficas y científicas preocupadas por la alarmante desforestación en Europa ya en el siglo XVI -por la fabricación de los barcos- y en especial a partir del XIX.

Las primeras políticas proteccionistas fueron de escala local y de difícil implantación por tratarse de áreas pobladas así como por la diferencia de intereses entre los sectores público y privado.

Estados Unidos fue el pionero en la creación de parques naturales, con el Parque Nacional Yelowstone en 1872. Iniciativas similares se realizaron en Europa y América Latina: en España, con los primeros Parques Nacionales, el de Montaña de Covadonga y el de



Ordesa en 1918 y en Chile, con el Parque Nacional Vicente Pérez Rozales en el año 1926. La protección respondía a criterios paisajísticos e históricos, así como a la capacidad de los Estados de adquirir estos espacios como bienes públicos. Hoy en día son fundamentales también los criterios ecológicos, así como el nivel de amenaza o riesgo en que se encuentran.

El compromiso de los Estados por la protección a nivel mundial del patrimonio Natural no se consolidó sino hasta 1972 con la Convención sobre la “Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural” de la UNESCO. En ella se propuso la necesidad de crear un organismo internacional que cumpliese dicha función: el Patrimonio Mundial.
...la velocidad de implantación de sistemas urbanos en espacios hasta entonces distanciados de las ciudades, se ha vuelto también una amenaza...


Figuras legales de protección

La figura máxima de protección es la de Patrimonio Natural Mundial pero no necesariamente la más estricta. Proteger los espacios naturales es un objetivo complejo. Por una parte se superponen múltiples intereses, mientras que por la otra se observa una fragmentación de la protección en diversos órganos administrativos y disposiciones legales, que dificultan su financiamiento y gestión integral. Igualmente, existen dificultades derivadas de la delimitación espacial.

Un sistema natural requiere de una continuidad que muchas veces se ve interrumpida por infraestructuras, por la cercanía de áreas urbanizadas o por el impacto de las actividades en su interior. Sin embargo, algunos de los principales conflictos están relacionados con los intereses económicos de explotación de los recursos, creación de macro infraestructuras, cambio de uso de suelo y en forma creciente, el turismo.

La expansión de las ciudades constituye una permanente presión para los espacios naturales inmediatos a ellas.

Sin embargo, la velocidad de implantación de sistemas urbanos en espacios hasta entonces distanciados de las ciudades, se ha vuelto también una amenaza.

Hoy día declarar un área Monumento Mundial u otra figura legal, trae consigo un aumento de las visitas. Es así como los valores paisajísticos, naturales o culturales de determinados lugares, los convierten en un polo de atracción que genera procesos de urbanización acelerados, rompiendo así el equilibrio ambiental y sociocultural de la propia zona o sus alrededores.

Nos son familiares los rápidos cambios en zonas de atractivo turístico como los centros de actividades de montaña, parques naturales y sitios de paisajes singulares. Ello puede generar algunos impactos socioculturales negativos.

En este sentido, observamos por ejemplo comunidades locales que no son beneficiadas por dicho desarrollo turístico. Generalmente corresponde a inversiones externas y privadas.





Patrimonio Mundial reúne a 153 países, entre ellos Chile. La lista de Patrimonio Mundial incluye 936 patrimonios mundiales, de los cuales 725 son culturales, 183 naturales y 28 mixtos.


La International Union for Conservation of Nature and Natural Resources (IUCN) fue creada en 1948, reúne alrededor de 1.000 organizaciones relacionadas con la conservación de la naturaleza y los recursos naturales y es la asesora técnica oficial de la Comisión de Patrimonio Natural Mundial. Ha creado para la gestión de las Áreas Naturales, seis categorías de protección:

  1. Protección Estricta
  2. Parques Nacionales
  3. Monumento Natural
  4. Área de gestión hábitat/especies
  5. Paisajes terrestres y marinos protegidos
  6. Área protegidas de recursos gestionados

Estas categorías internacionales adquieren diferentes figuras legales en cada país atendiendo a cuestiones específicas, como organismo que las gestiona, nivel de protección, superficie protegida y propiedad.

España cuenta con una Red de 14 Parques Nacionales dependientes del Ministerio de Medio Ambiente, además de los Parques Naturales de cada comunidad autónoma, con más de 100 parques y otras figuras legales, como Reservas Naturales, Espacios Protegidos, Paisajes Protegidos y Monumentos Naturales.

En Chile, la principal figura es la del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Dependiente del Ministerio de Agricultura, SNASPE gestiona 32 Parques Nacionales, 48 Reservas Nacionales48 Reservas Nacionales y 15 Monumentos Naturales.
Otras figuras de protección provienen de diversos ministerios y son áreas más acotadas.
En cuanto a la frecuencia de visitas, existe un impacto directo en el sistema protegido (vegetación, suelo, perturbación de la vida animal, incremento de los residuos, entre otros). Esto se agudiza con la introducción masiva de visitantes, principalmente producto de actividades y hábitos dañinos. Finalmente, se observa una degradación de los valores naturales y culturales del lugar por una explotación turística desinformada e insensible.

UNESCO prevé que la actividad turística será uno de los principales aportes a la economía mundial, por ello la gestión adecuada es una necesidad impostergable. Las leyes de conservación de los espacios naturales deben ser más explícitas en cuanto a la gestión en términos de sostenibilidad, tanto en el sentido ambiental como sociocultural.

¿Por dónde podemos comenzar? Por adquirir el compromiso con los valores naturales y éticos que dan sentido al disfrute de áreas naturales, con una gestión de las visitas que debiera considerar:

  1. Desarrollo turístico asociado a la mejora de la calidad de vida local.
  2. Difundir los valores naturales y su vulnerabilidad.
  3. Definir y controlar las actividades al interior de los espacios protegidos.
  4. Crear pautas y protocolos de visitas.
  5. Desarrollar infraestructuras sostenibles con el lugar.
  6. Fomentar las actividades culturales y tradicionales del lugar.
  7. Estudiar permanentemente el impacto de las actividades humanas en el lugar.



Referencias bibliográficas: 

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